Comenzamos con la intervención de la Clínica Jurídica de la Universidad Católica.
El objetivo es entregar, a distintos actores de la comunidad escolar, herramientas para intervenir, abordar y acompañar experiencias de violencia sexual.
Hablar sobre el tema, sentarnos a reflexionar, manejar herramientas, no es crear una alarma que
siembre la desconfianza en quienes cuidan o educan a niños, niñas y jóvenes; se trata, más bien,
de intentar prevenir y ayudar a detectar el Abuso Sexual Infantil. Se trata de estar vigilantes, pero
no alarmados.
El acompañamiento de personas que han vivido experiencias de abuso sexual exige a los adultos
desarrollar una serie de tareas relacionadas con la valoración de la gravedad del hecho, la
protección e interrupción de la relación con el agresor y la evaluación de las causas que originaron
la vulneración, lo que debe permitir la adecuada toma de decisiones y planificación de los recursos
de intervención.
Sumado a lo anterior, no se puede desconocer el hecho de que el Abuso Sexual Infantil es una
temática compleja que perturba tanto a los niños y niñas como a sus entornos y comunidades y
también a los profesionales que los acompañan.
Se requiere entonces de una especialización permanente en la temática, la conformación de
equipos profesionales que estén sensibilizados en el tema, que tengan los conocimientos y
habilidades necesarias para un mayor nivel de operatividad en las acciones de atención y
tratamiento del abuso sexual infantil, y en que se privilegie el trabajo interdisciplinario y la
articulación interinstitucional.
Es así, como estaremos trabajando, durante esta semana y algunos dias de octubre, con el Equipo de Convivencia escolar, docentes y estudiantes.